martes, agosto 2

Un corto viaje

"Sueños de mochila" Siempre que regreso de la universidad, al tomar el bus me paro en exactamente el mismo lugar y leo una y otra vez el mismo graffiti en la pared; de ahí saqué ese término: "No quiero desperdiciar mis sueños de mochila en tiempos de guerra."

No tengo idea de quién lo escribió ni porqué lo escribió, tampoco he pensado si se trata de alguna otra tontería política o si talvez quien la escribió lo hizo sin mayor reflexión.

Lo que sí sé, es cuan profundamente ha estado esa frase arraigada en mi forma de pensar y actuar. Desde que era un niño y escuchaba historias de todas estas "cosas" y lugares alrededor del mundo, siempre dije que algún día iba a ir a ver si era todo verdad, si estaban de verdad ahí. Conforme fui creciendo, ese sentimiento fue madurando tambien. Antes eran sólo las cosas y lugares lo que quería ver, luego las personas, la comida, la historia... y más que nada: LAS historias.

Pero claro, el tiempo tambien me mostró lo decadente del sistema y sociedad que plaga el mundo. Resultó que no podría ir a ninguno de esos lugares sin tener en la mano una foto de Lincoln. (unas cuantas, mejor dicho) Rercuerdo que hace algún tiempo alguien me pregunto: "Siempre dices que el dinero no importa y todo eso, y al mismo tiempo tambien dices que quieres una mansión en Miami y un chofer que te lleve a todos lados. ¿Cuál es la verdad?"

Digo que el dinero no me importa, porque no lo hace. QUIERO una mansión el Miami y un chofer; pero mi forma de vivir y de hacer las cosas no va a cambiar en absoluto si no los tengo, y tampoco mis actos están orientados a "tener". "No me importa" si las tengo o no, hay cosas más prominentes y agradables en la vida que esas dos y que están muy lejos de tener que ver con el dinero y es hacia esas otras cosas (como el escribir, como el concer) hacia donde están orientados mis actos. Para mí (como para muy pocos, lastimosamente) el dinero no es un fin, no es algo que se busque, sino sólo un medio; necesario quizá en el sistema en que vivimos, pero un medio nada más.

No puedo evitar reirme de aquellos que pasan su vida reuniendo y reuniendo dinero, sin saber siquiera por qué, sino sólo porque quieren más, porque "mientras más dinero más felices". ¿Y qué hacen con el dinero al final? Pagarse el tratamiento del cáncer, para seguir viviendo, para seguir reuniendo dinero. ¿Y la familia y amigos? Bien gracias, pero, ¿no me va a costar mucho?

Genial, ¿no?

En fin, si los videojuegos me han enseñado algo, es que más vale talento que dinero; pero no es eso de lo que trata este post. Empecé con todo esto de viajar y perseguir los sueños, porque hace poco ví que uno de mis amigos de hace tiempo está por irse, no sé a dónde, no pregunté, pero entiendo que va a hacer lo que le gusta: Música.

Es gracioso; yo hablando de todo esto de viajar y de sueños, etc. Y es él (que por cierto no es mayor que mí) quien está ya partiendo en busca de los suyos, mientras yo sigo "esperando el momento" de atrapar los míos; quejandome por la hegemonía del dinero y por la ceguera de la gente. Sé que aquel es su sueño pues cuando quiero conocer a alguien le pregunto precisamente eso: "¿Cuál es tu sueño?" Y después de hacerles notar como su respuesta relacionada con califiaciones o dinero es solamente una herramienta más del sistema para hacerles trabajar más duro por menos remuneración, vuelvo a preguntarles cuál es su sueño y es entonces se pone interesante: 

Me han dado respuestas de todo tipo, que van desde querer hallar los huesos de un dinosario desconocido, hasta querer golpear a Bill Gates. Y es increíble como al instante siguiente recuerdan quienes son, donde viven, que año y día es, y esa sonrisa que les había arrancado se borra y un "pero..." sale de esos labios. ¿Pero qué? No importa, ¿de qué te sirve soñar si no es a eso a lo que vas a apuntar? ¿De qué te sirve querer ser dueño de una cadena internacional de comida rápida si tu sueño era ser cantante? ¿De qué te ha servido entonces el dinero, si el día que mueras no vas a poder decirles a tus hijos "yo cumplí mi sueño"? ¿De qué me sirve la mansión en Miami si algún día tambien voy a morir?

- Ahora te dejo de pregunta: si es que tu sueño todavía es tener un trabajo estable, habiendo tanto caos ahí afuera...

Se detuvo un segundo.

- Hah, a veces me pregunto si hablo para otros, o para mi mismo.

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- Josh

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