La tranquilidad de la noche fría era rota a cada paso por el sonido violento y distorsionado de los autos que pasaban junto a Alison.
Hace tiempo que no había vuelto a la ciudad, ¿para qué lo haría de todas formas? Si en algo tenía razón Vincent, era en que aquí sólo quedaban esos fantasmas de la memoria que se pierden entre el caos de las luces y nubes negras... Sin embargo ese día Alice se sentía particularmente bien por estar allí; extrañamente tranquila. Sin saber ciertamente en donde estaba, la avenida junto a la que caminaba le daba una impresión de vida robada, de estar suspendida en el tiempo de alguna manera; todo pasaba tan rápido y ella tan lenta...
Súbitamente se detuvo, y volteó la cabeza hacia atrás. A un lado los matorrales ensombrecidos y al otro los automóviles encandilantes; pero hubiera juarado que oyó un andar. Su corazón se aceleró junto a su paso, pero por algún motivo tenía la impresión de que no se estaba alejando de nada. Cuando volteó por segunda vez, se topó con una mirada cansada que se dirigía a ella fijamente. Tragó saliva. Insegura sobre si seguir caminando o... Insegura sobre qué hacer.