viernes, noviembre 4

Cuento: Creo que son celos

Creo que son celos

Es que le picaba debajo de la falda...
Siempre ha sido así; curioso e impulsivo. Qué puedo decir, así lo quiero. Pero si es que ha habido una ocasión en la que me puse de verdad celosa, fue ese día en el Comic-con; y es que no le puedes pedir a alguien que "te proteja" si es que no hay nada de qué protegerse, pero aún así esa sensación debe ser... Muy romántica. Eh... Que rara soy, ¿verdad?

En fin, recuerdo que ese día fuimos todo el grupo de amigos: unos tres, más él y yo. Después de pasear un rato, algo en una pareja le llamó la atención; en ese momento no me dijo qué, pero unos días después me confesó que en realidad sólo le había llamado atención la gabardina del tipo. Aquí entre nos, hubiera preferido que le llamara la atención la minifalda de la chica... El punto es que me pidió permiso para seguirlos un rato. Sé que suena raro, pero así es él, dice que no cuenta como acoso mientras nadie se entere, y lo hace muy a menudo.


domingo, octubre 30

Cuento: Ser para la danza

Sacudió la corbata limpia. Se ajustó el cuello y arregló su cabello frente al espejo. Detrás de él no veía nada; sólo las sombras que reían con blancos dientes.

¿A donde vas tan elegante? A un baile, a verla por primera vez. Igual que todos los días, me visto elegante esta noche. Igual que cada vez, me arreglo el cabello y con las manos temblorosas me sacudo el polvo. La diferencia es que esta noche no lo hago con la esperanza de verla; esta vez lo hago seguro de que la voy a encontrar. Ella es la que nos invitó a todos a este baile. No voy a ser ni el más elegante ni el más pobre, sólo voy a ser uno más entre el sonido, uno más entre la fantasmagoria de la música que no se oye.

Uno más que es para la muerte, uno más en la Danza de la Muerte.

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