Cuento: Sólo tuve otra idea

Sólo tuve otra idea

- Es una idea que tengo... Sólo una idea más que se perdió... -Darío estaba arrodillado tirando las cosas que encontraba al fondo de su armario.

- ¿Cómo puedes estar buscando una idea entre tus zapatos? -replicó la chica que estaba sentada en la cama.

- Esta era especial... Me tomó mucho tiempo hacerla, imaginarla. La armé yo mismo, cada detalle salió de mi cabeza...

- Si es una "idea" literal... debería estar en tu cabeza de todas formas.

- No, tú no entiendes. -Darío se puso de pie y caminó hacia un cajón cercano para seguir buscando- Mis ideas son diferentes. Cuando están terminadas cobran vida y andan por ahí ellas solas...

- Mhm... -intervino ella levantando una ceja.

- ¿No me crees? Vas a ver cuando la encuentre.

- Igual, ¿qué tipo de idea era?

Él se volteó entre sonriente y avergonzado.

- Ella era... Alegre y amable... Algo loca y extraña; no sé si la palabra temeraria sea correcta, pero es la que se me vino a la mente. -terminó él, para luego volver a buscar en el cajón.

- Parece que hablaras de una amante.

Él detuvo su movimiento en seco.

- Creo que debería molestarme esa respuesta, pero no tiene sentido que estés buscando una amante en un cajón de velador... -termino la chica.

- No. No es eso... -siguió el torpemente- Sólo me pareció ver algo. -se levantó y caminó hacia una ventana.- Lo más importante de esta idea es algo que no sé exactamente qué es, sólo sé que está ahí y es lo que más me gusta; eso es lo que hace que esa idea sea diferente del resto... -sonrió mirando el atardecer rojizo- Me hace sentir bien cuando está cerca...

- Darío, en serio parece que hablaras de otra.

- Ah... Ahí está. -interrumpió el súbitamente- Está en ti querida.

- ¡Darío! -Interrumpió ella entre risas- Si esa es tu idea de un piropo, la media hora de tenerme sentada sin hacer nada pudiste habértela ahorrado.

- No es eso. -replicó él sonriente- Sólo está en ti... Creo que ya podemos irnos.

El rostro confundido de la chica asintió torpemente y luego ambos se dispusieron a salir del cuarto.

- ¿Te pasa algo Darío? -notaba un gesto extraño en su expresión.

- No, Nada. -bajó la mirada- Sólo tuve otra idea...

Joshua P. Aguayo

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Creo que este cuento es algo difícil de entender; pero así mismo creo que vale la pena pensarlo un poco. No por lo que pueda significar, sino lo que pueda reflejar para cada uno; y es que las escenas, los lugares, los paísajes están todos ahí por una razón, aunque es un cuento relativamente corto, la verdad es que me tomó más tiempo escribirlo que algunos mucho más largos.