miércoles, diciembre 29

¿Cómo escribir una carta de amor? (Parte 3)

TERCERO: La Despedida (El Final, la conclusión, el desenlace)

Por fin llegamos al final de la carta de amor; para este punto lo que estaba por decirse ha sido dicho y lo que se quería transmitir ha sido ya transmitido. Bien podría enviarse la carta sin esta parte y sería perfectamente entendible, pero no es muy amable ni agradable hacerlo.

La naturaleza de esta sección de la carta es muy variable, y depende mucho de lo que se esté diciendo en el resto de la carta. Puede ser una explicación de las acciones del escritor, puede ser un último toque que elegancia, puede ser una disculpa, un agradecimiento... En fin, esta parte de la carta de amor puede ser muchas cosas, pero DEBE ser una. Es decir, tiene que tener algún sentido, y no ser sólo un "Siempre tuya, Ali." 

A continuación, está el último párrafo de la carta de Álison, en esta sección no habrá un ejemplo "incorrecto" pues para este punto, todo lo que se escriba avanzará con el impulso del saludo y del cuerpo, en ese sentido, es muy difícil equivocarse:

"Eres de verdad alguien muy lindo y tierno, y de verdad es muy difícil para mi decirte esto. Talvez si no fueras tan distante... a veces me pregunto qué estás haciendo cuando te olvidas de mí durante semanas. Además, hay alguien más... y... de verdad espero mucho de él... talvez no sea tan "wow" como tú, pero sí tiene su encanto. No te enojes Josh. (Sé que no lo harás) Pero de verdad tú y yo no funcionaríamos. En fin, no olvides lo del viernes, todavía tienes que decidir cuál es mi apellido."

Un beso (en tus labios si quieres) y un abrazo, Ali."

En este ejemplo, Alison comete algunos errores simples, pero que en esta parte de la carta, son de hecho buenos.

"Eres de verdad alguien muy lindo y tierno, y de verdad es..."

Normalmente, en cualquier tipo de escrito, es mal visto el usar demasiado una misma expresión (y de hecho está MAL hacerlo en la introducción o en el cuerpo) pero en esta parte, esa repetición nos dice dos cosas:

1. Alison se está relajando
2. De verdad hizo un esfuerzo para escribir el resto de la carta.

Talvez ya no pueda enviar su carta a una revista, pero es una CARTA DE AMOR, y en calidad de ello, a veces peuden violarse o doblarse ciertas reglas.

Es justamente en esta parte de la carta, donde uno puede bajar la guardia y dejarse llevar (si quiere) pues de todas maneras ya ha ganado o perdido la batalla, en las otras dos secciones.

El hecho de que Álison se esté relajando, no es un hecho meramente informativo, sino que, el hecho de que el lector lo sepa, le hace tambien relajarse y bajar la guardia. Pero sería bobo escribir "Josh, me estoy relajando." ¿Verdad? Recuerda que una carta de amor no dice sólo lo que está en las palabras, sino que cuenta una historia por debajo del papel.

Veamos otro fragmento:

"Talvez si no fueras tan distante... a veces me pregunto qué estás haciendo cuando te olvidas de mí durante semanas. Además, hay alguien más... y... de verdad espero mucho de él.."

En esta parte Alison intenta excusarse por lo que dijo, (pues la yo leí) y hasta cierto punto me explica algo más, pero para este punto, ya realmente no me importa, porque ya sé que no quiere nada conmigo. ¿Verdad? Sin embargo, la gente tiende a guardar las cosas que recibe, y talvez algún día el lector vuelva a leerla. Una carta de amor es como una fotografía, lo que llama la atención al principio es lo "más importante" pero cuando uno vuelve a verla tiempo después, empieza a encontrar detalles que no vio la primera vez. ("Uy que gorda"; "Ve que feo ese vestido"; "Ah cierto que el Manuelito no fue"; "¿Qué es eso? ¿Un ovni?") Es por ello que es importante añadir esto a una carta de amor, porque el escritor nunca sabe cuando vaya a ser leída de nuevo.

Hay además un segundo detalle en esta parte, y es que habla de dos temas completamente distintos sin enlace alguno...

La lección de esta parte, que es el final de la carta, y también, el final de este tutorial es la misma:

"Nadie es perfecto. Alison puede ser todo lo buena escritora que quiera, o todo lo pésima que quiera, pero una carta escrita de puño y letra no son sólo palabras, sino sentimientos. Ali tiene muchas cosas en su cabecita al momento de escribir esta carta, ya de por sí le es difícil pensar, aún más escribir lo que piensa, y ese desorden iba a manifestarse tarde o temprano. Sucede así con todos, una carta bien escrita, no sólo va a decir lo que el escritor quiere decir, sino que, cual diablillo, le va a robar algunos sentimientos y a esconderlos, sentimientos que, si el lector pone atención, va a encontrar detrás de las palabras."

El resto del párrafo de Ali, son sólo una muestra de su forma de ser. Le da muy poca importancia a las cosas y conoce al lector bastante bien. La despedida finalmente, es una broma para más de una persona. Y pues es aquí donde termina este "corto" tutorial. Si alguien tien ealguna pregunta, pueden enviarlas a josh.honestic.arte@gmail.com  y PROBABLEMENTE responderé en un período de tiempo razonable.

Esta carta enseña mucho más de lo que parece. Para quien sabe aprender.

Recuerden (quienes hayan aprendido algo de este "¿Cómo escribir una carta de amor?") que una carta así, no sólo dice un "Te amo." sino que lo muestra, y ocurre así con todas las demas emociones que quieran transmitirse, de verdad espero que haya al menos uno a quien le sirva, y espero aún más, ver algún comentario (Pueden dejar preguntas si es que las hay). ;)


Muy atentamente,

Joshua P. Aguayo

P.S. El enlace a la carta completa, para quienes quieran leerla toda junta, está AQUI. (clicky)

Links:


¿Cómo escribir una carta de amor? (Parte 1)

Al pensar ¿Cómo escribir una carta de amor?, uno esperaría que Google sirviera de algo en ese sentido. Pero no. Un montón de "consejos y truquitos" obvios, que dan como respuesta a la búsqueda, no ayudan en nada. Y más bien, no hacen más que señalar lo evidente al, punto de insultar a quien lo busca. Es por ello que esta entrada va dedicada a aquellas personas que necesitan algo más que "consejos y secretitos" y de verdad buscan aprender a escribir una carta de amor.

Así, voy a comenzar este texto con algunos antecedentes:


Primero viene la pregunta: ¿Por qué ESCRIBIR una carta de amor y no sólo imprimir una?

Escribir de puño y letra una carta, dice mucho más de quien la envía, que sólamente imprimirla. Aún si se tiene mala caligrafía, el esfuerzo puesto pro el escritor, en hacer que se vea "bien" en la medida de lo posible, es un halago implicito paar quien la lea y si el destinatario merece de verdad esa carta, el ver el esfuerzo tras la caligrafía, es un plus indispensable. En resúmen: "NO IMPRIMIR LA CARTA"

Segundo está, el porqué no sólo bajarse una carta de amor de Internet o copiar la que le mandó tu hermano a su novia.

¿Habla tu abuelita igual que el Presidente? No, ¿verdad? Eso es obvio, cada persona tiene su propia manera de expresarse. Pero va más allá, no sólo se "habla como político" o se "habla como guagua". Cada persona tiene su propia manera de hablar, más allá de su educación o creencias. Yo hablo como "Joshua P. Aguayo", sea un escritor o sea shaman, Eiko habla como "Eiko Valieri", sea una niña o sea una chica de 15 años. ¿Se entiende mi punto? El destinatario de la carta, que obviamente no es ningún tonto, va a notar claramente (o al menos sospechar) que no fue escrita por quien la está enviado, es cuestión de "personalidad" si se quiere. Talvez el mejor poema de Pablo Neruda haga derretirse a la chica en su silla, pero entonces habrá sido PABLO NERUDA quien enamoró a la chica, no quien envía la carta, no tú. ¿Quieres un amor de mentiras? Adelante, hay muchas cartas que puedes copiar en este blog, la verdad no me resiento.

Tercero y final, está el ¿En qué y con qué escribir una carta de amor?

Es lo de menos, puedes usar las hojas de tu imprsora y el esfero casi sin tinta del colegio, o un papel seda de 20 gramos, color turqueza, con orla de polvo de oro y una pluma de pavoreal suizo. Lo que quieres decir no está en el papel ni en la tinta, está en las palabras. Claro, no lo vas a escribir en una servilleta tampoco; pero a veces una hoja limpia, con dobleces perfectos y líneas certeras, dice mucho más que Suiza y sus pavoreales. Lo importante son los detalles. Sé creativo, haz un dibujo atrás si quieres. Que la hoja y la tinta se parezcan a ti.

Recuerda que es una carta de amor, no un ensayo comparativo, no hay formatos; pero sí hay "partes" que deben estar en algún lado y con algún orden lógico.

Bien, con esos detalles aclarados, podemos empezar con la carta de amor en sí. Como ejemplo voy a usar una carta escrita por uno de mis personajes (su nombre es Alison) dirigida a mí. Al final de este post (y hace unas cuantas palabras) hay un link a la carta completa para quienes deseen verla. Como nota adicional, Alison es una niña de más o menos 12 años.

PRIMERO: "La introducción a la carta de amor." (El opening, el saludo, la presentación...)

Si Ali es una niña de 12 años, no va a empezar su carta así:

"¡Oh magnánimo mío! Oh adonis humano, espero que llegue a tí esta carta poco antes de mi partida, pues el tiempo me aqueja y ya oígo los susurros."

Aún si escribes la carta con todo sentimiento, o si la persona que la va a recibir tiene un IQ demasaido alto, no forces las palabras, el "alma" del escritor debe sentirse en la carta.

Aun así, hay algunos detalles en este intro, que sí tienen importancia:

No sería lo mismo usar: "Que llegue a ti esta carta." y "Que te llegue esto."

Es un carta de amor, probablemente (pero no necesariamente) informal, sí. Pero detalles, como el no usar pronombres como "esto, eso" no sólo hacen ver más "importante" el mensaje, sino que también producen en el lector, la sensación de cercanía a lo que se está leyendo.

Sé claro con lo que dices: "El tiempo me aqueja y ya oígo los susurros." Para mí eso significa que va a morir, pues no tengo idea de qué susurros está hablando. Hay que recordar que el lector no siempre sabe lo que el escritor sabe.
Hay veces, sin embargo, que conocemos al destinatario y este nos conoce, en ese caso, a veces incluso produce cierta sensación de complicidad (lo cual es bueno) el usar palabras o fráses que sabemos que sólamente el otro va a entender. De nuevo, es cuestión de ser creativo.

Finalmente, un saludo claro, hace sentir al lector que lo que viene va a ser importante. (Un buen saludo, hace ver importante al resto, aún si en verdad no lo es) Un saludo no necesariamente debe ser "Hola, Mercede." u "Buenas noches, mi querida Julia." Personalmente trato de mezclar el saludo con el resto del texto, así, el saludo también impulsa a seguir.

En el texto de ejemplo, el saludo es "¡Oh mágnanimo mío!" Que suena más bien a una princesa de la edad media. Y aún si así fuera, no es apropiado. Amas a la chica o al galán, sí. Pero no eres menos (¿o sí?) Si empiezas la carta con cosas como "Diosa perfecta" provocas que ella te vea (consciente o inconscientemente) como uno más del monton; como alguien pequeñito. 

No es lo mismo: 
"Belleza divina, inalcanzable dulzura, siempre he querido decirte..." que
"Dulce niña, de ojos encantados y cabello divino, quiero decirte..." (lo estás diciendo después de todo)

Usé el mismo tema de "divinidad" pero en la segunda no quedo como algo menos que ella. ¿Se entiende? Más que por respeto a uno mismo (lo cual debería ser suficiente), es por enamorar.

Así finalmente, ya dentro del personaje de Alison, reuniendo todas las pautas anteriores, su saludo quedaría así.

"Es difícil empezar una carta para ti Josh. A veces siento que puedes hacerme feliz sólo con un mover de tu mano y otras te odio por lo que me haces sentir, pero sabes, al final del día me doy cuenta, de que de verdad no importa, porque tengo claro lo que siento."

El saludo de esta carta es: "Es difícil empezar una carta para ti Josh." Es diferente al saludo tradicional, pero tiene el nombre de a quién va dirigida da la carta. "Josh" eso convierte a esta frase en el saludo. 
Pero hay algo más, un mensaje oculto. Hace unas cuantas líneas, mencioné que es crucial que el saludo haga ver "importante" al texto, ¿verdad? La primera línea en la carta de Ali hace preguntar al lector: "¿Si es difícil, por qué lo está haciendo entonces?" ¿Lo haría si no fuera importante? ;) Lo que diga (y en el orden que lo diga) más allá de este corto saludo, es completamente desición del escritor; pero debe ser claro el mensaje y no dar falsas ideas sobre el contenido de la carta (a menos que sea a propósito). Alison le(me) va a hablar de sus sentimientos, AL PARECER está molesta por algo, y va a decirme aquello que siente. ¿Es difícil interpretar todo eso en la carta? ¿O hay algúna línea que se preste para mal entendidos? No, ¿verdad? Talvez en la cabeza del escritor esté todo hecho un desastre, pero al momento de pasarlo al papel, es necesario darles un orden y un toque de magia.

Y así es como comienza esta carta de amor. Tal como se puede ver, no es un montón de "consejos que te van a hacer escrbir una carta de amor prefecta" como prometen las pendejadas que salen en Google; sino más bien una explicación del porqué en las formas y recursos literarios que se usan en una carta de amor, que deberían ayudarte a entender porqué aún si la carta está "expresando tus sentimientos" y "siendo original" como te recomienda la búsqueda en Google, debe haber cierto orden y técnica.
Después de todo, para que una carta sea leída y cause algún sentimiento en el lector, no basta con saber lo que se siente, sino que es necesario saber cómo hacer sentir aquello en el otro. (o al menos que no sienta algo más)

Por motivos de órden, voy a dividir este pequeño How-to en diferentes posts para cada seccion de la carta.  Por ello, en el siguiente post está la Segunda Parte: EL CUERPO DE UNA CARTA DE AMOR.

¿Cómo escribir una carta de amor? (Parte 2)

SEGUNDO: "El cuerpo de la carta de amor"  (Donde los sentimientos afloran)

Para este punto, ya se ha pasado lo más difícil. La introducción. Aún siendo la parte generalmente más corta, es en la que mayor cuidado de los detalles se debe tener, pues si aburre, ofende o desinteresa, el resto de la carta de amor no va a ser leído.

Esta segunda parte de la carta, es en cambio más abierta y menos minuciosa, aquí el escritor puede dar rienda suelta a lo que siente y escribir de corazón. Sin embargo, de nuevo hay ciertos detalles a los que se debe poner especial atención, veamos estos dos ejemplos, de nuevo son versiónes de la carta de Alison. (una niña de 12 años)

Veamos primero un ejemplo con varios errores comúnes.

Te dije algo el otro día, cuando me estabamos cambiando de ropa y de estilo de cabello, sólo porque me sentí de verdad feliz en ese momento, pero fue sólo por eso, ya, nada más. En serio no quiero que te ilusiones con eso, fue sólo un ratito de sentirme bien que me confundió."

Este ejemplo imperfecto, al contrario del anterior, suena ya a una niña de 12 años. El problema, es que suena DEMASIADO a una niña de 12 años. Una carta de amor no tiene la intención de ocultar a quien la escribe, pero si se va a escribir exactamente igual que como se habla, es mejor decirlo a la cara. 

Las cartas no sólo dicen lo que está en las letras, sino que transmiten lo que siente el escritor usando las palabras como un todo, lo cual no es algo que sucede cuando hablamos normalmente. No es necesario usar palabras rebuscadas ni nada parecido, basta con ordenar mejor las ideas y usar algo más de puntuación a parte de comas.

En este ejemplo, a parte de las fallas mencionadas anteriormente, hay también ciertos detalles, que no "ayudan" a que la carta de amor sea realmente buena. Primero:

El segundo párrafo empieza así: "Te dije algo el otro día..." En sí, no está mal, pero no está del todo bien tampoco. No es buena idea empezar el cuerpo de una carta con un cambio tan abrupto de "lugares". El saludo habla de lo que ella siente, y sin previo aviso, en el cuerpo va a hablar de algo que dijo el otro día. Talvez para el escritor tenga órden (Álison es una niña muy desordenada después de todo) pero eso no significa que se vaya a sentir bien para el lector. Para solucionar este inconveniente, ni siquiera es necesario cambiar las pablabras, basta con agregar una o dos al principio:

"Sé que te dije algo el otro día..." Suena mucho mejor y hace que el cambio de lugares no se sienta tan "duro". (Es raro, pero esos detallitos funcionan)

En segundo lugar, es una carta, y las cartas no tienen la intención de revelar algo abruptamente a las personas. Nadie manda una carta que diga solamente "L ha muerto." Independientemente del mensaje que se esté enviando, sea un "Te amo" o el que está mandando Álison, usar oraciones como esta "En serio no quiero que te ilusiones con eso, fue sólo un ratito de sentirme bien que me confundió." Dejan mucho que desear de la calidad del escrito. No debe mentirse tampoco, debe decirse las cosas, letra por letra, es una carta después de todo. A continuación está el párrafo "Correcto" escrito por Álison, y en él está usada está técnica.

"El otro día, cuando estuvimos toda la tarde jugando, cambiandome de ropa, de estilo de cabello, incluso con esos ridículos lentes de contacto de colores, me divertí mucho; me sentí bien, de veras muy bien... y lo que te dije esa tarde fue... por eso... Más bien, fue "SÓLO" por eso. No sé si entiendas lo que te quiero decir."

En ese ejemplo hay dos cosas que mencioné antes:

1. El uso de la puntuación.
Esto es algo muy personal que se desarrolla con el tiempo y la práctica, por ello me resulta muy difícil de explicar, pero de manera simple, lo que hice en ese párrafo fue usar la puntuación,de manera que el lector pudiera sentir que Álison le está hablando, y de corazón. Se debe tener mucho cuidado, sin embargo; pues a veces el uso excesivo de puntuación también se ve mal. Cada signo de puntuación hace una pausa diferente, (diferente en sentido y duración) y todos juntos son herramientas muy eficientes para transmitir sentimientos junto a las palabras.

2. El decir lo que quiere decir, pero de manera más suave.

"Más bien, fue "SÓLO" por eso. No sé si entiendas lo que te quiero decir."

Simple, ¿verdad? Hace que el lector mismo piense en lo que ella quiere decirle, no hay a donde equivocarse, y sin embargo el impacto no es tan "brusco" como en el ejemplo errado. Aquí de nuevo juega la personalidad de quien escribe la carta. Álison es el tipo de niña que deja que los otros interpreten lo que quiere decir, pero casi siempre se asegura de que entiendan lo que ella queire que entiendan.

En esta parte no hay mucho más que añadir, pues sería limitar a quien escribe la carta de amor. Por ello, ahora pasamos a la última parte de la carta. LA DESPEDIDA. 


Links:

sábado, diciembre 11

Cuentos Para Niños y No Tan Niños

Dicen que un cuento es a la vez un lujo y una condena; lujo de aquellos que lo leen, y encuentran en él un instante del tiempo capturado en palabras; condena de aquellos personajes, que forzados por la voluntad del escritor, se ven obligados a repetir una y otra vez su historia, a veces de alegría, a veces de tristeza.

Sin embargo, a los ojos de un niño, por alguna extraña magia termporal, se ve todo diferente, no hay condenas ni lujos, esas son cosas de adultos; hay el bueno, el malo, la bonita, la celosa, el genio, el cobarde y demás arquetipos que configuran nuestra vida. Hay cierta magia sublime en cada cosa que ocurre frente a los ojos de un niño, magia que se queda con cada uno conforme crece; entonces lo difícil es, encontrarla de nuevo dentro de nosotros. Picasso dijo: "Cada niño es un artista, el problema es, cómo seguir siendo un artista cuando crecemos." Y precisamente es por ello (o ellos más bien) que escribí los cuatro cuentos que están a continuación. Cuentos que no son realmente para niños, sino para "personas" y que se muestran de una u otra manera, según lo lea un niño, un adolescente o un adulto. A los unos les recuerda que no deben dejar de soñar, a los otros, espera despertarlos del trance mecánico de la sociedad que los minimiza, a los últimos, intenta devolverles algo de la magia, que hace tanto perdieron... Por ello, estan a continuación, (sin ningún orden en particular, a excepción del primero) una serie de cuentos que hablan, de una niña princesa y su caballero. 

Por la extensión de los cuentos sólo voy a publicar aquí el primero, para los otros tres están los enlaces en la barra en la parte izquierda del blog.

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La Princesita

Erase una vez un reino muy muy lejano. Era pequeño y de casas blancas, tenía calles amplias y plantaciones extensas en las afueras.

En la parte más poblada de la ciudad, se levantaba un gran castillo, adornado de cientos de espejos y con varias torres sumamente altas. En él vivían la Reina de la Razón, el Rey y su hija, la dulce Niña Princesa.

Un día, los reyes dejaron el castillo para ir en un largo largo viaje y la Niña Princesa, quedó a cargo de todo.

Al principio intentó gobernar siguiendo las estrictas reglas que habían puesto sus padres para todos quienes vivían en el reino, pero cuando algún plebeyo venía a la corte a rogarle favores o perdón, se le partía el alma... Cada que venía alguien a rogarle justicia... la justicia que estaba en su corazón, la niña no podía hacer más que despedirlos sin mirarlos a los ojos y encerrarse a llorar a solas cuando se iban.

Las reglas debían seguirse...

Un día; llegó un viajero al reino, y al poco tiempo de estar ahí, comenzó a cambiar las cosas, o, como dirían los reyes, “a romper las reglas”.

Sacó a los niños de la escuela y comenzó a contarles sobre las criaturas fantásticas que había visto, sobre la magia, que había aprendido con hechiceros de muy lejos.

Detuvo a los hombres que trabajaban y les contó historias de un país de mujeres hermosas, que hipnotizaban a los hombres con sus cabelleras doradas. Les contó que en esa tierra, los hombres trabajaban para ser felices y no para ser ricos. Les explicó, que no es lo mismo.

Hizo que las mujeres dejaran de hacer sus labores y les habló de un lugar donde los niños nunca crecen, y donde las madres, son más que nada, una amiga más de sus hijas, una compañera más para jugar. De un lugar donde las personas nunca dejan de soñar y nadie cuenta cuentos, pero no porque no quieran, sino porque todos creen en el cuento que están viviendo y cada uno hace su final.

Contó historias a todos; niños y niñas, grandes y chiquitos. Les contó cuentos, les contó sueños, esperando que aprendieran a soñar despiertos.

Un día, la princesa se dio cuenta que el reino perfecto que habían hecho sus padres en base a reglas y al trabajo de cada uno, empezaba a volverse lento, las cosas se demoraban y nadie corría de un lugar a otro como siempre.

Entonces la niña salió al balcón en la torre más alta, e intentando encontrar el origen de lo “malo”, al mirar hacia abajo, lo primero que encontró, fue que el reino, que siempre estaba callado y pensativo, hoy era... diferente. El viento estaba cargado de suspiros, de risas, de juegos, de cantos y rimas. La niña sonrió sin querer... Recodó que también hace mucho tiempo nadie había venido a su corte a rogar... Sin embargo, aún si todos parecían ser felices, la Niña Princesa empezaba a preocuparse por lo que dirían sus padres al encontrar como estaba el reino, así que hizo llamar al extraño que contaba historias.

Cuando llegó al cuarto del trono, aún en sus ropas de viajero, la Niña Princesa rompió en risas, se veía muy divertido y tenía una mirada alegre.

Después de presentarse y hablar un poco, la Princesa empezó a cuestionarse sobre el porqué había venido el viajero, así que le preguntó con su pequeña vocecita:

  • “Hey viajero... ¿Has estado en lugares muy muy lejanos verdad?
  • Sí. -respondió con la mirada a lo lejos y una sonrisa- He visto muchos reinos y muchos niños.
  • ¿Y qué te parece el mío? -preguntó alegremente la Princesa-
  • Es uno de los más bonitos que he visto.

La Niña se detuvo un segundo, mirando fijamente a los ojos del viajero.

  • ¿Pero? -le invitó a continuar-
  • ¿ Pero qué? -le regresó acercándose a ella-
  • Sí... Yo sé que le falta algo a este reino... pero no sé qué... No me siento bien... ¿Tú sabes qué es lo que falta verdad?
  • Ah... -respondió vagamente- Le faltan sueños.
  • ¿Sueños?
  • Sí princesa. A su reino el falta ser niño como usted.
  • Niño... -la Princesa entendía a medias- ¿Por eso viniste a contarnos cuentos?

Él asintió.

  • ¿Pero por qué? -regresó la Niña-
  • Porque necesitaban alguien que los salve.

La Princesa se enojó mucho, creyendo que acusaba a sus padres de algo y agregó furiosa:

  • ¡Mi reino no necesita un salvador!
  • No al pueblo Princesa... -susurraba- a usted.... A sus sueños.
  • ¿A mí? -ensanchó sus ojos-
  • Pero usted ya sabe reír y soñar; ya sabe ser justa de corazón, pero el pueblo, el pueblo no lo sabía; porque las reglas fueron hechas para que no lo sepan. Las reglas están ahí para que todo funcione, pero nadie sea feliz. Sin embargo, las reglas fueron hechas para adultos y escapar de ellas es tan fácil, como volver a ser niños. Por eso vine a contar cuentos, para que la gente recordara y empezara a romper las reglas.
  • Viniste a salvarme... -repitió mirándolo como a un héroe-
  • Me quedé aquí para que sigas siendo una Princesa Niña, porque si tú sueñas sola, no pasa nada, pero cuando tus sueños van más allá y tocan al resto, pueden cambiarlo todo, y hacer de tu reino, un gran sueño.
  • Pero yo no sé cómo contar cuentos... Yo no sé hacer grandes las cosas.
  • Yo sí... -le respondió extendiéndole su mano-

La Princesa, ese día, en ese momento y bajo su sonrisa, decidió nombrar al viajero, el más noble de sus caballeros y le dio un lugar junto al trono. Desde ahí se sentaba siempre a cuidar a la Niña, a enseñarle a soñar y a cambiar su mundito.

Y así es como la Princesa empezó a hacer feliz al reino y a ella misma. Desde ese día hizo lo que quería, aprendió a seguir su corazón, dejó de llorar a solas, pudo mirar a los ojos a quienes venían a visitarla, porque venían alegres, venían contando historias, venían a vivir historias.

Fue así como poco a poco, el reino del silencio, se tornó en una tierra de sueños y cuentos, donde incluso los más viejos, hacían niñerías de vez en cuando.

Por eso la princesa, ahora veía sonriente desde su torre más alta, como todos jugaban como niños... A veces... cuando ella misma tenía ganas de jugar, miraba adentro, donde estaba su caballero y se preguntaba entre risitas, si algún día, sería él, su Príncipe Caballero... Aunque ya estaba segura, de que serían felices por siempre.

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Los otros tres cuentos se llaman:

"Juramento a la princesa"
"El ataque de los Nupies"
"Ay que linda Vaca"

Por ahora no tengo mucho más que añadir, en un post posterior publicaré otros cuentos ( ya no infantiles >.> ) Y más que nada, una corta historia (sin mucho sentido por el momento) que busca convertirse un un libro. Ya veremos que sale de eso. Con cariño me despido,

Josh.

jueves, noviembre 11

Cómo averiguar un secreto

Pues bien, este es un post que hace tiempo había querido hacer. Originalmente tenía planeado ponerlo después de los cuentos (que irán en esta semana) pero en vista de mi exagerado tiempo libre, he decidido hacerlo en este momento.

Voy a escribirlo también de manera más humana. (Es decir: como hablo normalmente y no como cuando hago un post con algún cuento) Por lo que pondré también algunas caritas por aquí y por alla. =3 Lo cuál me lleva a la primera pregunta, de las que voy a contestar, que son de gente que conozco y que me importa lo suficiente como para responderles sinceramente, además pondré sus nombres a manera de agradecimiento:

1. ¿Por qué no usas emoticones ni el msn ni en ningúna otra forma de mensajería?
Esta me la hizo Michelle. Pero la verdad es que lo hago, (las carítas con números y letras cuentan como emoticones) pero creo que la pregunta iba orientada al porqué no uso imágenes para reemplazar palabras o letras. La verdad es porque nunca NUNCA he usado el cliente de Microsoft para MSN, y generalmente se me hacía difícil agregar emoticones en otras cosas. Aunque ahora me resulta más fácil, realmente no me gusta hacerlo porque me parece que lo que escribo se ve más "serio" sin ellos y de esa manera me es más facil ser tomado en serio cuando estoy enseñando algo o dando alguna lección. Además mis políticas como escritor hacen que tampoco me agrade la idea de no ver todas mis palabras... >.>

La siguiente es una pregunta que sólo una persona me ha hecho, pero es algo que, según me he dado cuenta, no me ocurre sólo a mí.

2. ¿Has notado que a veces dices o escribes cosas en inglés, pero traducidas al español?
Esta pregunta me la hizo Michelle también. Y la respuesta es que sí me había dado cuenta, y es un efecto secundario de mi doble vida de gamer que nadie conoce. Lo que pasa es que cuando uno juega videojuegos, escucha frases que le gustan mucho y se le quedan grabadas. Como estas:

"Imprisoned... for ten thoushand years... Banished... from my own home land..." - Illidan Stormrage

"!The time is NOW Voldemar! - Colony Wars: Red Sun

"Tassadar has failed us... I hope you do not..." - Starcraft

EL punto es, que también se aprende inconcientemente otras frases que se mezclan naturalmente entre mi forma de hablar inglés y que se filtran a mi español. (y de hecho escribo exactamente igual en los dos idiomas)
Por ello suelo decir cosas como: "La tarea que tenemos a mano..." (The task at hand is...) Y seguramente si leen alguan parte de este texto en inglés tendrá una traducción casi literal al inglés.

3.- ¿Qué es una doble vida de gamer y porqué tienes una?
Esta pregunta me la hizo Sam y acababa de hablarle de este post. Y la verdad es cuando era pequeño (a los dos años, sin exagerar) aprendí a jugar en la computadora, recuerdo que el primer juego que jugué se llama "Raptor" y era de una navecita que disparaba wiiii... *cough* Y en DOS. Y desde entonces:

Cuando niños normales jugaban a las cogidas, yo jugaba Mario.

Cuando niños normales jugaban a las carreras, yo jugaba Need for Speed.

Cuando niños normales estaban en club de ajedrez, yo jugaba Chessmaster 2000

Cuando niños normales aprendían a combinar colores, yo aprendia a combinar botones para sacar el Animality de Liu Kang con el cual se covnertía en dragón y le bajaba al menos la mitad.... *horas de explicación sobre el fatality, sin signos de puntuación*

Cuando niños normales eran excluídos de conversaciónes sobre política de adultos (ahora me doy cuenta que es lo más pendejo que tienen los adultos), yo construía una burbujeante metrópolis en Simcity.

Cuando niños normales le hacían barra a los dos manes "buenos" de Carmen San Diego, yo me preguntaba: ¿Alguien más se da cuenta de que la verdaderamente inteligente es ella y que los otros dos necesitan de una supercomputadora con voz chillona que lo sabe todo y ni así se acercan a atraparla?

Cuando niños normales tomaban cursos de inglés y nivelación en  matemáticas, yo jugaba Final Fantasy 9 y Anarchy Online.

Y así fue transcurriendo mi vida y probando que la tésis de Konata Izumi de que los videojuegos no te dan ninguna habilidad para la vida real es mentira. (en serio, me han dado muchas, entre ellas mi fluencia en Inglés, maestría con las computadoras y paciencia XD )

Después, mi adolescencia se resume así:
Cuando otros adolescentes iban a:
Embriagase, drogarse, definirse sexualmente, buscar pareja (o sus deribados), estresarse por calificaciones, volverse emo, aprender a manejar, clases extra, hacer deberes en grupo, comprar ropa... 
Yo jugaba:
Wacraft 3, DotA, Anarchy Online, Shin Megami Tensei, Simcity 4, Civilization 4, Spore, League of Legends, World of Warcraft, Sims 1,2 y 3, Resident Evil del 1 al 4, Generals, Oblivion...

Pero en esta etapa también descubrí... el anime... *coro angelical* Lo cual trae la siguiente pregunta.

4.- ¿¡Por qué rayos sabes tanto sobre H... Anime!?*
Edit: a pregunta fue editada para hacerla más comprensible... er... al público promedio... >.>

También me lo preguntó Sam. Y todo comenzó cuando me prestaron un CD con el anime "Trinity Blood". Y aunque me pareció a primera vista el típico anime cualquiera que llega a Ecuador (véase: DBZ, Naruto), después de verlo me di cuenta que más allá de dibujitos bonitos y puñetizas alajas, había este tipo de anime (que obviamente el público promedio no ve) en donde se reflejaba mucho no sólo de la cultura japonesa, sino de la naturaleza humana como tal, y que llevaba un mensaje implícito para quien supira ver más allá del derroche de sangre. (en el caso de Trinity Blood y Elfen Lied) Es por eso que cuando alguien me pregunta sobre los escritores que me inspiraron a escribir, pongo al lado de García Marquez, a Haruhi Suzumiya. (Wikipedia si no entendió)

Leer todo esto va a generar otra pregunta obvia:

5. ¿No se suponía que sí hacías deporte?
He hecho, sí, practicaba Tae Kwon Do aunque últimamente lo he descuidado en son de aprender música.

Espero que eso sea auto-explicatorio.

6. Waw. Psiquico otra vez, ¿cómo sabías que era eso lo que estaba pensando?

 Esta pregunta me la hacen a menudo, de hecho. Sin embrgo, ésta expecíficamente me la hizo una niña de nombre Antho, que aunque no me conoce muy bien, fue la que más descaradamente lo preguntó. La respuesta es bastante compleja, pero puede resumirse diciendo que un accidente con radiación en Zámbiza me dio poderes mentales...
Sorpresivamente no fue así, la verdad es que pongo mucha atención cuando alguien habla conmigo pro primera vez, lo que me permite hacer un bosquejo de su forma de ser y de pensar. (aún si es sólo escribiendo) Luego, conforme pasa el tiempo, confirmo o rechazo las ideas que tenía originalmente, hasta que hay un punto en el que puedo adelantarme a lo que va a hacer, decir o pensar alguien si yo hago o digo algo específico. (a veces incluso me encargo de que sea así) Es decir,  no sé lo que van a hacer, sino que hago que hagan algo sin saberlo; y a veces, cuando no estoy seguro de la respuesta, HAGO la respuesta. Y aunque es cuestionable éticamente, en verdad suelo terminar por ayudar a la gente  (incluso extraños) y muchas veces ellos terminan desahogando sus penas conmigo.

7. ¿Te das cuenta de que es imposible que no haya gamer girls en el mundo?
Esto me lo preguntó Jenna. (mi antiguo Guild Leader) Bueno, para contestar esto tuve que hacer una amplia investigación, pues es difícil exponer de manera convincente esta teoría; pero creo que se puede resumir en que una niña que juegue videojuegos (y de hecho pueda patearle el trasero a un gamer) es, primero un mito y segundo la mujer perfecta para cualquiera. Y he de ahí el origen de esta teoría. Pues bien, yo me he topado con algunas (como Jenna); pero siempre me ha quedado este pequeño... mal sabor, de la posibilidad de que todo sea mentira y de hecho no exista ninguna, después de todo, por algo existe el acrónimo que define lo que son los videojuegos como World of Warcraft: MMORPG. (Many Men Online RolePlaying Girls).
Sin embargo, aún en la dificultad que existe para llegar a conocer a estos seres míticos, que quedan relegados al mundo de lo misterioso y fantástico, siempre existe la esperanza, de que ahí en algún lugar, donde la civilización todavía no llega, existan libres... 





Y bien, aunque son muchas más las preguntas que tengo planeado responder, acabo de decidir deliberadamente, dividirlo en dos partes, y esta será la primera. Espero que este poste eche algo de luz sobre la vida del personaje que todos admiramos y soñamos con llegar a tocar algún día. (véase: yo) Espero que sea un post entretenido, y animarme pronto a hacer la segunda parte.

Me despido con un cordial saludo,

- Josh (Myrnodin)

jueves, noviembre 4

Cuento: Rutina

Ha pasado algún tiempo desde que escribí un cuento como este. Bastante falta me hacía ya. La verdad es que he estado algo atareado y en ese aspecto, se me hace más fácil escribir un ensayo, que escribir un cuento, pues si un ensayo es una hoja, un cuento mío es como una cebolla y cada capa debe encajar perfecto con la siguiente. En parte es el mismo motivo por el que no he puesto nada no-literario aquí, y es que tengo un gran artículo no artísitico planeado, pero nunca encuentro tiempo para hacerlo.

Por otro lado, tengo una serie de cuentos para niños (de cuerpo o corazón) que probablmente pondré aquí la siguiente semana, un cuento conceptual, que pienso poner también en otro post (talvez a media semana) que requiere su propia expicación para ser entendido.

Espero hallar tiempo en estos días para hacer aquellas dos cosas, pero por ahora, quiero compartir este cuento, y quisiera leer algún comentario al respecto, desde cualquier punto de vista, probé varias cosas nuevas en él y además tiene un mensaje algo más sólido, por lo cual quiero ver qué respuesta tiene. El nombre es Rutina y... bueno, aquí está, espero que les agradé, y más que nada, que lo entiendan.

Rutina

- ¡NO! No quiero. No me dejes solo. No solo. Por favor... Por favor... No quiero estar solo...

Despertó.

Sudaba frío y respiraba pesadamente. Su corazón acelerado... Se detuvo un segundo a sentir como golpeaba en su pecho. Un. Dos. Uno, Dos. Uno... dos... Se calmó y abrió los ojos de nuevo. En el fondo esa melodía instrumental aburrida de la radio. El dolor en su cuello que no se iba nunca le hizo esforzarse al ponerse de pie. El espejo amarillento y las cortinas cerradas; todo adornado por ese extraño olor a... mañana. (?)

Entonces comenzaba su rutina de hacer lo mismo siempre. Desayunar, mojarse el rostro, lavarse la los dientes... Y en ese instante, en ese miserable instante cada día, dejaba de ser él mismo.

Empieza con su disfraz; en su cabello la máscara monocromática, peinado de hongo y gorra yankee encima. Ahora va la túnica de colores artificiales que esconde los suyos propios, camiseta seis tallas más grandes que él, robada a su hermano, el pantalón cortado en la cintura para que se caiga y los sneakers blancos, lo único pulcro que lleva encima.

Ahora falta sólo la coreografía, los movimientos serializados y copiados. Brazos abiertos como gorila, cabecear todo el tiempo, caminar lento y sacudiendo las manos cual mafioso con parkinson.

Ya está listo, disfrazado, igualado y memorizado todo el cancionario de música que detesta, tras torturarse oyendo una y otra vez aquellos ruidos que odia, hasta caer dormido casi sordo. Pues sólo así se aprende. Ya está listo para salir. Ya está listo para fingir; baja las gradas, mira a su madre, la ve llorar por dentro...

- A mí tampoco me gusta mamá, lo odio, me duele. Pero no quiero estar sólo, así tengo amigos, los amigos del disfraz, los amigos de está música que me lastima los oídos, los amigos de esa ropa que me hace sentir desnudo, ridículo... A mí tampoco me gusta mamá...

La mira con asco fingido y sigue su camino a la calle, abre la puerta y se congela; olvida lo más importante. Sube corriendo a su habitación, ve los fantasmas de lo que alguna vez fue. Los posters en la basura, los libros escondidos bajo la cama, el escritorio con la computadora que vendió para comprarse esa ropa...

Olvida lo más importante. Lo busca. Debe apurarse. Sus amigos lo esperan. Abre su cajón. Los condones aún nuevos. 

- Y tú chamo, ¿ya te comiste a esa hembrita? -recuerda en voz de sus amigos-

- Mi amor... -recuerda para sí en silencio- Mi amor dejó de ser mio cuando cambié; ella me amaba a mí y no al disfraz... Se fue cuando se vio sola... A mí tampoco me gusto María, yo tampoco me amo.... Yo tampoco hallo manera de vivir con este disfraz...

- ¡Básico! ¡A diario! -responde para sus amigos-

No está. Mira bajo la cama y no encuentra lo que buscaba. El blin blin. Se pone al cuello una L dorada. Un contenedor para las lágrimas que oculta tras el disfraz. Tras el look arrecho. Las lágrimas que corren por su alma y no permite aflorar, para esas lágrimas es el blin blin, para ocultar lo que escapa, para sellar el disfraz..., para tener amigos y no estar solo, para que no lo dejen solo... para no tener que rogar más... Quiere encontrarlo, tiene que encontrarlo, para no despertar...

Solo entre muchos.


sábado, octubre 9

Fiesta de máscaras y fantasmas

FIESTA DE MÁSCARAS Y FANTASMAS

Las máscaras no sirven sólo para pasar de incógnito, sino también para encajar entre quienes son diferentes.

Pero resulta que toda la sociedad en la que estoy, todos quienes me rodean, pasan sus días usando máscaras para ocultar lo que sienten y lo que son. Unos, porque tienen miedo de que los lastimen, otros, porque quieren tener "full amigos" (en facebook); encajar en el grupo o "ser fuertes". La excusa no importa, sino lo que se hacen entre ellos sin darse cuenta; el convertirse en marionetas unos a otros y el infectar de hipocresía cada relación.

Uso siempre que puedo el término "hipocresía", pues no he hallado mejor manera de describir lo que son estas máscaras.
¿O no es hipocresía el besar a alguien y largarnos a los 5 minutos? El repetir cual muletilla "¡Ay gracias te amo!", aunque sólo nos prestaron un esfero. (?) El seguir a todos lados al grupo y separarnos en el instante que podemos. (?) El fingir que somos diferentes sólo para caerle bien a alguien. (?)

¿No es en una fiesta cualquiera, en donde vemos cual desfile, a todo mundo enmascarado? ¿No van los "machos" de cacería y las "nenas" a presumir sus trofeos? ¿No se disfraza la mayoría con ropa "elegante"?

Nuestra sociedad se infecta cada día con un esquema alienado y alienante en sí. Un esquema que nos dice que debemos disfrutar todo; que el ex-extraño que conocimos a noche y "se portó lindo" ya es nuestro amigo; que mientras más ceros en la cuenta de Facebook, más populares. Que a nuestra BFF le importa como nos vestimos. (!)

A veces pienso que la humanidad es tan perversa que nacemos con miedo a ser lastimados y por eso fingimos desde pequeños ser lo que no somos.

Sí. Nadie puede vivir sólo. Pero tampoco vale la pena vivir acompañados de escoria que no puede pensar en nada más que "la man que me comí ayer" o "que buenazo que es el vodka".

Es difícil hallar gente que valga la pena, que pueda levantarse e irse sin despedirse de "los panas" porque sabe que en un año van a volver a ser meros anónimos en la calle; y que en ese momento, la mitad la saluda sólo porque se la quiere comer, y la otra mitad, porque es su "amigui". Pero cuando uno puede pensar por sí mismo, a la final encuentra gente valiosa, ya sea en un graderío llorando, ya sea en un bus de casualidad.

No propongo que la gente se vuelva antisocial y engreída. Propongo solamente que se deje de lado la payasada que vivimos cada día. Que en lugar de pensar a "cual está más buena" hagamos cosas más productivas con el tiempo y busquemos a alguien que a parte de "estar buena/papi" también nos sepa enamorar.

Dejémos de alcoholizar hasta los naipes, de coleccionar momentos borrosos de arrepentimiento y empecemos a ser sinceros. Si vamos a usar máscaras, bien, que sea una siempre, así se convierte en rostro algún día, pero dejemos de cambiarnos de disfraz cada vez que aparece una persona diferente.

Que el perdedor del curso deje de convertirse en "ladie's man" cuando está en una fiesta.

Que el "mi amorcito mandarina" deje de ser un patán cuando está con sus amigos.

¡Que el gamer admita de una vez que es virgen y no está interesado en tirar!


Basta de máscaras, basta de cambiarlas según con quien estamos. Basta de hipocresía.

Y que los suicidios dejen de ser porque "no tengo amigos" (créanme, los que están en esas, están mejor así) y empiezen a ser porque "estoy con la Vanessa, pero en al fiesta de hoy vacilo con 3". Porque estos últimos, son los que están realmente solos y no hacen más que arrastrar la humanidad a su ruina.

lunes, septiembre 13

Ensayo: Los Inocentes

Bueno, después de una racha de artículos con trazas de ensayo, y ensayos con trazas de artículo, ya era hora de que escribiera un ensayo que realmente lo fuera. Hay muchas noticias que tengo también apra el blog, pero lo cierto es que no he tenido tiempo de organizarlas y mucho menos escribirlas, pero seguramente haré una entrada al respecto en esta semana.

Sin más, un ensayo acerca de la violencia dentro de la sociedad, y con un atisbo sobre la violencia familiar.


Los Inocentes

Miramos perplejos y boquiabiertos cómo pasan frente a nuestros ojos escena tras escena de violencia, de sufrimiento, de crueldad; a veces, porque elegimos ignorarlas, otras, porque nos enseñan a ser ciegos.

¿No tachamos de cruel y violento al mafioso que bajo su gabardina, con un arma y palabras amables extorsiona al panadero para que le pague por protección? ¿Por qué entonces no tachamos de cruel a la madre que extorsiona sentimentalmente a su hija, para lograr que el padre divorciado pague su pensión? ¿No es la hija acaso una inocente atrapada en un tiroteo? ¿Por qué es menos cruel entonces que ella reciba las balas?

“Del silencio al grito, ese es el proceso ocurrido con la violencia en el mundo contemporáneo y de modo particular con las mujeres.” 1 Vivimos la violencia a diario, vemos, como nuestra sociedad construida en torno al machismo, tapa, con la etiqueta de “normal” o “justificable” escenas de violencia dictadas por la avaricia o por dogmas brutales.

Vemos cómo los padres presentan a sus hijas como piezas de carne, y callamos, damos vuelta a la esquina, y nos horrorizamos con noticias de violaciones. Construimos en nuestros niños y niñas, un esquema que dice que aquello que vemos de lejos y evidente, está mal, es cruel y violento; el mafioso, pero al mismo tiempo, dicen que si son ellos los que lo hacen, con un buen motivo, está bien; “vé y pregunta donde está tu padre, o me voy a resentir”.2


Esto, constituye, no un acto de violencia como tal, sino, una preparación, para aceptar la violencia como componente de sus vidas. Sin embargo, son pocos quienes despiertan para ver esta realidad, y aún entre aquellos que lo hacen, la mayoría elige el silencio y la replicación del sistema.

Se debería entonces, buscar la manera de abrir los ojos a las masas, de hacer despertar a las familias, no sólo a las más pobres y de poca educación, sino también a aquellas de buena posición económica y social, porque las últimas, son especialmente buenas para ocultar las verdades.

Es necesario darnos cuenta, de que la violencia no es sólo un golpe, un insulto, un manoseo. La violencia son actos, palabras costumbres, que nos lastiman, que no son justas, que no merecemos. La violencia, está en que nos enseñen a aceptar más violencia. Los inocentes, por inocentes, merecen un mundo en paz, una vida tranquila, pero una de verdad y no, una “vida tranquila” basada en el estoicísmo y en aceptar todo mal que “les toca”, pues eso, no es vida.

lunes, septiembre 6

Artículo: Heliocentrismo, Geocentrismo y mi Egocentrismo



Heliocentrismo, Geocentrismo y mi Egocentrismo

Despertar a la media noche. Con el rostro helado de sudor. Temblando. Las memorias del día a punto de desaparecer, marchando contra nosotros, y pensamos, que lo que hicimos ese día no lo ha hecho nadie nunca, que nadie más le ha gritado "tan feo" a su novio y que es irremediable, que nadie más jugó un partido así, que nadie más le hizo daño a alguien que quiere, que arruinamos el mundo con lo que hicimos... 

Pero, lastimosamente, hay seis mil millones de personas más, y cada una de ellas tiene una historia que contar. Cada una de ellas, en su momento, se levantó pensando y lamentándose por lo que hizo. Pensó que lo había arruinado todo, pidió disculpas, se flageló, emprendió una nueva vida, arregló su mundo, aunque dejó destruído los de otros... "Y sin embargo, se mueve."


Dicen que al salir del tribunal, en donde la Santa Inquisición hizo que se retractara de su teoría Heliocentrica, Galileo Galilei, susurró para sus amigos más cercanos, la frase: "Y sin embargo, se mueve." Refiriéndose a que, aún si él lo negaba, la seguiría siendo la Tierra la que gira en torno al Sol.

Pensar en ello, me llevó a la siguiente idea: ¿No sería entonces más fácil llevar con nuestros problemas; esa sensación de que "se acaba el mundo" cuando cometemos un error o lastimamos a alguien, si es que recordáramos que, "sin embargo, se mueve"? Que no somos el centro del universo, ni siquiera, del nuestro. (?)

Escribir cuentos, historias, personajes, le lleva a uno a entender esa idea; pues cada vez que le da vida a lo que antes no era nada, el escritor construye un mundo, encerrado en un lapso infinito y circular de tiempo, sellado, por la tinta en el papel. Entonces, inconscientemente empieza a quitarle validez a lo que él mismo es, quita del centro del universo a SU MUNDO y deja ese centro vació, para poder construir otros mundos en él. Y es este extraño fenómeno cósmico, el que hace que muchos escritores sientan poca estima por ellos mismos y sus trabajos, ¿y es que como se pueden amar a ellos mismos, si se desplazan para crear a otros?

En ese punto es donde muchos potenciales escritores, músicos, pintores, artistas en general; todos aquellos que podrían dar vida a lo que está sólo en el mundo de las ideas... se estanca. Pues es difícil saber el valor de lo que uno hace, si se hace algo que nunca antes se ha hecho. ¿O no es única cada oración que construyo?

Sin embargo, con el tiempo, esa percepción de uno mismo cambia, pues, el aprender a usar las palabras, vuelve evidente para el escritor, que todos los mundos que ha visto pasar, incluído el de él mismo, están bajo su voluntad. Que una mera palabra, una sentencia, una caricia, un aroma en el momento indicado... Son todas suficiente para alterar lo que sucede con el mundo del otro... con otra persona. Así, un escritor puede conmover hasta las lágrimas, con una mentira que salió de su cabeza, o inspirar valor, con palabras que no existen en la realidad... Uno se da cuenta, de que es dios no sólo en el mundo que ha creado, sino también para el suyo propio, y para los de otros, quienes esten dispuestos a escuchar... a leer.

Ese "mirar desde arriba" que se adquiere, no sirve solamente para cambiar los sentimientos, sino también, se vuelve un estilo de ver la vida; una forma cínica de vivir, si se quiere; porque uno se da cuenta, de que ya no "se le acaba el mundo" si pelea con su padre; si la chica le dice que tiene novio, si pierde una apuesta, si termina con la novia, si todavía es virgen. Porque entiende que si la tierra no es el centro del universo, entonces puede poner en el centro de SU universo a lo que él quiera. y así mismo, quitarlo, cuando sea oportuno.

Así se mantiene la cabeza fría, y los problemas se vuelven pequeños. Esa es la respuesta al famoso "¿Y ahora qué hago?"

Solamente aceptar, que por más que lo neguemos, las cosas van a seguir sin girar alrededor de la Tierra (nuestro mundo), y que aún si en un momento nos parece así, que lo que estamos viviendo en el instante es todo lo que importa, basta con ponerle atención a esa vocecita que nos dice:  "Y sin embargo, se mueve."

Así, uno empieza de nuevo a mirar las cosas desde arriba y a valorar aquello que de verdad vale la pena. No importa si es salvar al mundo, o salvar a una persona, si siquiera importa del todo el fin, pues si es una empresa que nos mantuvo ocupados y "felices" toda la vida, entonces habrá valido la pena.


Cambiemos esa forma de pensar absurda que nos dice que somos sólo marionetas de lo que nos ocurre, hormigas trabajadoras de una colonia gobernada por sánganos. Entendamos que nuestra voluntad "importa", que el destino no existe. Sí. Es duro. ¿Y qué? Talvez nadie lo lea, ¿y qué? Pues, yo voy a hacerlo. Voy a hacer que se lea. Porque lo que yo hago, digo, escribo, va más allá de afectarme solamente a mí, pues las palabras correctas, el acto correcto, en el momento correcto, pueden aliviar el peso de alguien, sin que ninguno de los dos lo sepa. Eso, es lo que uno aprende, cuando empieza a escribir. Que los problemas pasan, que son pequeños, que se superan... 

Que uno no es el mundo, y que por eso, puede ir a donde quiera.

Atentamente,

Josh

miércoles, septiembre 1

Ensayo: La liberación de la Soledad y las Princesas



Caminando al borde de un parque, cerca de la media noche, con la luna mirándome tras las nubes sigilosamente... Escucho un ruido detrás, me volteo. Nada. Se acelera mi respiración. Suspiro. Me doy vuelta y una niña, de apenas unos siete años se aferra a mi pierna. Escucho pasos pesados. Giro de nuevo, y un sujeto, al parecer salido de un torneo de Sumo, se acerca gritando el nombre de la pequeña. La pongo detrás de mí.

De un golpe en el estómago hace que todo para mí tenga un sabor a morado... Apenas puedo respirar.... Cuando logro enfocar mi vista de nuevo, la niña está llorando en los brazos de su tío, que al parecer llegó hace poco, el coloso, que resulta ser su padre borracho, sigue vociferando contra la pequeña, porque aparentemente se alejó de él... (sé que la niña se asustó por verlo así... sé que la golpeaba) Y alguien está a mi lado pidiéndome disculpas por lo ocurrido.

Me levanto sin decir nada, sólo me alejo en silencio, pues sé que no hice más que empeorar las cosas para la pequeña... Mientras sigo caminando, la luna me susurra: "Tienes cierto talento para encontrarte con princesas, ¿verdad?"

Sonrío por la ironía.

Y resulta que conforme pasa el tiempo, siguen apareciendo en mi camino, niñas (de todas las edades) que tienen desgracias (o desgraciados) que no merecen.

Un profesor mío decía: "Nos construimos al estar frente al otro." ¿Pero qué pasa, cuando colocamos al otro íntegro, como parte de nosotros? Cuando nos volvemos incapaces de ver por nosotros mismos, y todos nuestros actos aparecen tiznados por el color de otra persona. ¿Qué pasa cuando olvidamos que lo más importante para nosotros, debe ser... Uno mismo? Y es que por más que se ame a otro, si el sentimiento es recíproco, debo ser "YO" lo más importante para mí... pues si de verdad se ama al otro, lo último que se quiere, es hacerle daño, por haberse descuidado uno mismo.

Nadie quiere ver a su amado pintor sin pintar, porque tiene miedo de crear algo que no le guste a su pareja, ¿verdad?

Es cierto, que un detalle, un gesto, una palabra, pueden hacer que nos perdamos en un mar de amores; pero eso, dura unos pocos minutos. Un peluche, una lágrima, un poema, un condón. Todo se acaba al tiempo. ¿Y eso es lo que nos hace amar a alguien? Con razón el amor también se acaba. ¿Puede una carta de amor, a letra y alma de poeta, borrar una mentira descarada? ¿Entonces por qué perdonamos que nos engañen con tal de que al día siguiente nos pidan disculpas con chocolates?

Todos merecen una segunda oportunidad. SI. ¿Pero debemos seguir perdonando cuando ya vamos por la decimo tercera oportunidad? Basta. Saber decirlo, es parte de quererse uno mismo.

Es común escuchar "Ay esque es tan lindo y detallista..." Y sin embargo suena tan falso, cuando la frase anterior fue: "El desgraciado fue a la fiesta con ESA y me descoló."

Tenerle miedo a la soledad, o tener la necesidad de sentirse acompañado, ¿de verdad vale todos los golpes que debemos recibir si forzamos una relación que ha perdido ya su encanto? ¿No nos duele más, acaso, el soportar todas las "canalladas" que nos hace "ese/a desgraciado/a" que el conllevar la "soledad"? ¿Es que nos han hecho creer que el cuento del príncipe azul es tan absurdo, que ahora nos contentamos con cualquier remedo de paje que aparece por ahí y sabe calentar orejas (o cuerpos)? Y peor aún... ¿que encima de todo nos obligamos a quedarnos junto a ellos?

Qué tal si no fuera tan descabellado el cuentito, sino que nosotros mismos, en nuestro afán de "no estar solos" perdimos a nuestro príncipe/sa azul (o lo ignoramos) porque estábamos muy ocupados intentando sacar a flote un barco hundido. (?)

Propongo entonces la liberación de la soledad y las princesas. Propongo entonces que terminemos (con lo que sea necesario) y dejemos de remar por un bote que encalló en la arena. Bajémonos, y busquemos una historia que nos guste. Pues la soledad no es mala, es una preparación para pasar la vida acompañados; quién sabe, talvez estando sólo uno aprende a pintar, coser, tocar el charango eléctrico, albañilería... o a escribir... y al tiempo descubre que ese talento, que paso a SOLAS afinando... es el medio para hallar, y rescatar a su niña princesa. Entonces uno deja de estar sólo, y se da cuenta, que no va a estarlo nunca más.

Pero para ello hay que empezar por algo, aún si eso significa, terminar con otra (u otro). Entonces se debe que sopesar si "lo que damos" en una relación es recíproco y equivalente a "lo que recibimos", no en el momento, no un 1:1, sino a la larga. Vale la pena detenernos a pensar, si podemos estar seguros, de que el viajar todos los días casi cuatro horas, por estar 40 minutos más con ella, es algo que hacemos con la seguridad de que ella, un día, va a viajar también una cantidad ridícula de tiempo sólo para visitarnos en la universidad.

Entonces uno se da cuenta de que sólo vale la pena entregarse, cuando los dos lo hacen al mismo tiempo.

Propongo entonces la liberación de la soledad y las princesas... Pues las utopías no existen, porque quien se lo propone, puede construirlas como quiera.

De ustedes muy atentamente,



Joshua P. Aguayo.

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